Madrid. Agencias. Casi nueve de cada diez enfermeros se sienten estresados o superados por la sobrecarga y la tensión laboral sufrida durante la pandemia, siete de cada diez sufre el síndrome profesional del “quemado”, y la ansiedad, el temor o la angustia afecta a la práctica totalidad de estos profesionales.
Estos son algunos resultados de la macroencuesta realizada por el Sindicato de Enfermería, SATSE, a un total de 11.645 enfermeras y enfermeros de todas las autonomías durante el pasado mes de febrero, que evidencian que la pandemia COVID ha supuesto un «notable empeoramiento» de su salud física y psicológica.
Según el estudio, en los últimos meses ha crecido en 13 puntos la sensación de estar quemado con el trabajo, pasando de un 56% a un 69% de los profesionales encuestados, mientras que el estrés ha aumentado de un 78% a más de un 88%, diez puntos más.
De igual manera, el sentimiento de agotamiento emocional también se dispara al pasar de un 75% a más de un 88% de las enfermeras y enfermeros consultados.
La encuesta también se interesa por los principales síntomas que aseguran padecer como consecuencia de su trabajo, tanto a nivel físico (tensión muscular, alteraciones del apetito o del sueño y problemas sexuales, como psicológico (nerviosismo, ansiedad, irritabilidad o dificultad en la concentración).
De acuerdo con el estudio, el 92% de los profesionales declaran tener alteraciones del sueño, un 83% alteraciones del apetito y más del 57% problemas sexuales.
Otros problemas relacionados con la tensión es que a casi un 80% de los profesionales encuestados les ha disminuido la memoria y cerca de un 88% tiene dificultad a la hora de concentrarse.
Con estos datos, SATSE concluye que la pandemia ha pasado una «clara factura a la salud física, psicológica y emocional de las enfermeras y enfermeros» y advierte que esta grave situación de estrés y sufrimiento no puede prolongarse “ni un minuto más”.
Por ello, exige a los gobiernos estatal y de las distintas autonomías que, con carácter urgente, pongan en marcha medidas estructurales de recursos y medios para acabar con esta «insoportable situación».
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